Mi blog...

Por fin me he decidido a crear mi propio blog. Fue un paso difícil, principalmente por razones de tiempo pero ya estoy en la red. La finalidad de este espacio es compartir mis escritos y hacer comentarios respecto de lo que quiero expresar.

Estimados Navegantes, espero disfruten la visita por "mi esquina literaria" que también tiene otros temas que pueden ser de su interés. Mis saludos.


lunes, 5 de marzo de 2012

El saludo

Arregló prolijamente su cabello frente al espejo. Lamentó mucho que esa mañana no se hubiese aplicado gel para poder dominar esos rizos rebeldes que sobresalían y se dejaban caer sobre su frente. Estiró su camisa una y otra vez y pensó en su sonrisa. Quería detener el tiempo y no alejarse cada vez que ella aparecía en su camino. No obstante, pasaba por su lado temeroso, aún cuando ella al verle siempre le sonreía. A veces él se preguntaba la razón de que por qué esa reacción de la muchacha, tal vez había algo que él no sabía que ella podía ver y que le producía ese efecto. Sin embargo, él deseaba provocar mucho más, tal vez llamar su atención hasta escuchar un profundo suspiro proveniente desde su corazón. Ese sonido era inconfundible en sus oídos y creía haberlo reconocido en ella en más de alguna oportunidad.


Tomó su cepillo de dientes y escobilló con cuidado, quería poder lucir su sonrisa sin temores, así que repasó una y otra vez. La frescura del agua en su boca le hizo imaginar lo que se sentiría besar sus labios. Tal vez esa misma sensación fuese la que él experimentaría. Quería pensar que así debía ser y que algún día ese anhelo llegaría a concretarse. Mientras tanto observaba su rostro y se repetía frente al espejo que todo era posible, así que respiró profundo y arreglándose el cuello de la camisa por enésima vez, salió del baño en dirección a la barra.


Ella se peinó el cabello frente al gran espejo del baño de damas y lo recogió en un simple moño. En su trabajo no se permitía tenerlo sobre la cara y los hombros, así que debía ser muy detallista en la preparación antes de comenzar su turno. Estiró su vestido negro y ajustó el nudo de su pequeño delantal blanco. Suspiró profundo y se dijo que el día pasaría rápido.


Puso en su bolsillo la libretita para tomar apuntes, repasó el contorno de sus labios con un labial rosado y luego de mirarse por última vez buscando si estaban todos los detalles ya cubiertos, salió por la puerta en dirección al restaurante.


Un ruido de vasos al voltearse sobre la mesa hizo que ella mirara hacia la barra. El se encontraba limpiando su propio desastre y se dio cuenta que ella ya había cogido otro trapo y le ayudaba a limpiar. Su corazón latía con violencia y le costaba respirar. Sus piernas flaqueaban y creía que en cualquier momento caería sin poder sostenerse más de pie. No quiso levantar sus ojos para poder concentrarse en lo que estaba haciendo, comenzaba a sentir miedo de no ser correspondido. Apretó los labios para no dejar escapar sus pensamientos y decidió no pronunciar palabra.


Sin embargo, el movimiento circular de la limpieza de ambos los llevó a encontrar sus manos sobre la mesa. Ella levantó sus ojos y él se sintió observado. Se atrevió a levantar los de él y se quedaron mirando el uno al otro por varios minutos. El resto del personal seguía sus labores habituales yendo y viniendo de un lado para otro y sin reparar en esa conexión romántica que barman y mesera estaban experimentando en la barra del local.


Era el momento tan esperado por él, por fin estaban haciendo contacto visual y en cosa de segundos ella le sonreía nuevamente.


-Hola – saludó por fin él casi sin parpadear.


-Hola – respondió ella sin dejar de mirarle.


La emoción agolpándose en su pecho al escuchar esta simple palabra proviniendo de sus labios brillantes y rosados hizo que se le acelerara más el corazón y por fin dibujó una sonrisa en su rostro.


FIN